Para los colombianos, la moral es relativa
PARA LOS COLOMBIANOS, LA MORAL ES RELATIVA
Nuestra relatividad asombra. Y es tan asombrosa (y relativa) que somos capaces de decir (y lo decimos) que un político robó mucha plata, pero por lo menos hizo un hospital bonito , que lo importante no es cómo se consiga la plata, sino conseguirla , o excusarnos por nuestra colección de música pirata diciendo que es que con el precio de los CD toca comprarlos en la calle . (VER GRAFICOS: ENCUESTA ETICA)
Por: ENRIQUE PATIÑO Redactor de EL TIEMPO
Para Mauricio Rodríguez, director de Portafolio, los ejemplos sobran. La lista es tan exhaustiva que durante una conferencia sobre relativismo moral y ética de lo cotidiano celebrada en la fundación Gilberto Alzate Avendaño, se quedó corto.
Nuestra cultura del avivatazgo comienza con no respetar al otro, con vanagloriarse de ser vivo, no hacer las filas, copiarse en el examen, copiar y pegar los trabajos de otros para mostrarlos como propios, cambiarse de carril en la vía mientras se maneja, no respetar el orden, sobornar funcionarios, irrespetar las señales de tránsito, bajar MP3 sin pagar, comprar libros y música pirata, mentir en la edad para meter a un hijo en las ligas inferiores, y el doping , dice.
Según una encuesta realizada por Napoleón Franco para EL TIEMPO en 2003 solo un 4 por ciento de los encuestados aseguró no haber cometido faltas en su vida, mientras el 5 por ciento aseguraba que cometía de 13 a 15 de las 15 faltas consultadas. Entre las cosas que los colombianos han hecho o estarían dispuestos a hacer están fotocopiar libros (82 por ciento), comprar CD piratas (68 por ciento), utilizar el tráfico de influencias (59 por ciento) comprar la libreta militar (57 por ciento) y copiarse en un examen (50 por ciento).
La lista continúa con sobornar a un policía (42 por ciento), quedarse con las vueltas (38 por ciento) y declarar menos impuestos (35 por ciento).
El relativismo es tal que no falta quien sume todos los defectos y aún tenga el descaro de decirle a un agente de tránsito: Tiene razón, pero... Cómo arreglamos? .
Ese mismo relativismo que lleva a esposas a decir No me importa que me sea infiel desde que me pase la platica , es el que preocupa a Otto Morales Benítez, abogado y autor de Política y corrupción, carta a mis nietos: Ni los periódicos que reproducen la farándula, ni la política light orienta ni despierta sentimientos nobles. Esos son síntomas de la desviación de la ética y de la moral. No puede haber tolerancia en este país, sino principios éticos, con contenidos claros .
Al respecto, María Margarita Zuleta, directora del Programa de Lucha contra la Corrupción de la Presidencia, asegura que las obligaciones del ciudadano no se agotan con el pago de los impuestos. La gente no denuncia porque dice que no pasa nada. Esa cultura del atajo busca siempre ganar ahora, pero en el largo plazo todos perdemos . Añade que la corrupción no es la opción a la pobreza, como dicen muchos, sino que refleja la descomposición del sentido ético.
Para Maruja Pachón directora ejecutiva de la Corporación Escuela Galán, Hay que aceptar nuestros graves problemas para poderlos combatir. Afuera, somos los mejores lavadores de dinero, falsificadores, apartamenteros... Es hora de que las empresas inviertan en responsabilidad social. La conducta de la ilegalidad se puede cambiar con educación .
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